Pensando estos días muy detenidamente en ello, pienso que el TEActivismo debe de ser una lucha por los derechos de los TEA y sus familiares, que son todo el colectivo.
Debe de ser algo como la sororidad en el feminismo, pero en las personas autistas, una manera de apoyarnos ya que las personas neurotípicas, a excepción de nuestros familiares nunca nos van a apoyar y comprender.
Los neurotípicos nos dan miedo, eso lo sabemos todos, simplemente ver sus miradas intimidantes, sus comportamientos y sus mentiras nos echan para atrás y ya nos cuesta que nos acepten y no nos ghosteen.
Pero hay algo que me da más miedo y es el ghosting entre las propias personas TEA, ese ghosting en el que algunos TEA se piensan superiores a otros por ser más funcionales, ser más inteligentes o tener más poder.
Ese tipo de ghosting me preocupa más que el que se produce en los neurotípicos porque nos divide a nosotros mismos que somos los únicos que nos podemos ayudar.
Y es que el TEActivismo es la fraternidad entre las personas autistas y si hay algunos que cometen abusos de poder, que quieren dominar o ser los lídere,s esa fraternidad se pierde.
Ser un buen TEActivista requiere el saber compartir con los TEA e integrarles, no es imponerles y mandar sobre ellos y querer que sólo tus ideas sean las que valgan.
Así lo que se consigue es que las propias personas autistas marginen y discriminen a otras y se comporten como nts.
Y desgraciadamente he vivido muchos casos así.
Por eso creo que el primer paso para defender nuestros derechos frente a los neurotípicos es conseguir la fraternidad entre nosotros y no tolerar que algunos pocos quieran romper la integración que todo buen TEActivista busca.
Autor: Ignacio Pantoja